Ford Granada: el padre de Del Rey

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Si usted es un apasionado de los autos clásicos o simplemente aprecia la historia de la industria automotriz brasileña, el FordGranada merece tu atención. Este sedán de lujo europeo no sólo marcó una época, sino que también inspiró el icónico Ford Del Rey, uno de los modelos más emblemáticos de Ford do Brasil en los años 80 y principios de los 90, exploremos juntos esta fascinante historia que une la sofisticación alemana con la creatividad brasileña en un escenario de crisis económica y adaptación.

El contexto: la crisis del petróleo y la búsqueda de la eficiencia

En los años 70 y 80, la crisis del petróleo sacudió al mundo. En Brasil, con los precios de los combustibles en constante aumento, los grandes modelos de inspiración norteamericana, como el disidente y el Landó, se volvió inviable. Estos automóviles, que representaban lujo y potencia, ya no podían satisfacer las nuevas exigencias del mercado brasileño: eficiencia y racionalidad.

A Ford de Brasil, en busca de un sucesor digno para el segmento de lujo, decidió abandonar la inspiración americana y recurrir a su filial alemana. Allí encontró el FordGranada, un sedán que simbolizaba sofisticación, modernidad y eficiencia. Este modelo se convirtió en el principal referente para el desarrollo de Del Rey, pero no todo se replicó.

Ford Granada: un icono del lujo en Europa

Imagen: Reproducción

Lanzado en tu segunda generación en 1977, Oh FordGranada Conquistó el mercado europeo con su diseño audaz y sus avanzadas opciones de motor. Con una estetica cuadrado y elegante, el modelo tenía tres volúmenes claramente definidos, lo que lo hacía imponente y distinto. Sus dimensiones eran generosas:

  • Longitud: 4,72 metros
  • Distancia entre ejes: 2,77 metros
  • Ancho: 1,79 metros

Estas medidas proporcionaron un excelente espacio interior, especialmente para los pasajeros de los asientos traseros, algo imprescindible en un coche de lujo. Además, Granada ofrecía una amplia gama de motores, que iba desde un económico 1.7 de cuatro cilindros hasta un potente 2.8 de seis cilindros con inyección directa, capaz de entregar unos impresionantes 160 caballos de fuerza. Todo esto iba acompañado de características modernas, como la transmisión automática y un nivel de acabado impresionante.

El motor 2.3L, fabricado en Brasil, fue uno de los que llamó la atención durante el estudio para su adaptación en el mercado nacional. Sin embargo, las avanzadas especificaciones técnicas del Granada hicieron que el proyecto fuera inviable para una producción a gran escala en el país. Así, surgió la necesidad de desarrollar una solución más económica y viable, culminando con el nacimiento de Del Rey.

De Granada a Del Rey: adaptación a la realidad brasileña

Imagen: Reproducción

La principal misión de Ford do Brasil era crear un modelo inspirado en el Granada, pero adecuado a las condiciones económicas e industriales del país. A pesar de compartir la misma esencia de lujo y sofisticación, el Del Rey Fue un proyecto simplificado en varios aspectos:

Diferencias dimensionales

El Del Rey era significativamente más pequeño:

  • Longitud: 4,5 metros (22 cm menos que el Granada)
  • Distancia entre ejes: 2,44 metros (33 cm menos)
  • Ancho: 1,68 metros (11 cm menos)

Estos cambios comprometieron el espacio interno, especialmente en el asiento trasero, pero ayudaron a reducir costos y hicieron que el automóvil fuera más compatible con el perfil del consumidor brasileño.

Mecánica modesta

Mientras que el Granada contaba con motores potentes y modernos, el Del Rey comenzó su andadura con el modesto motor 1.6L de 70 caballos de fuerza. Aunque económico, este motor no estuvo a la altura de la propuesta de lujo y prestaciones que sugería el diseño del coche. Aún así, Del Rey logró conquistar al público con su características de confort, como dirección asistida, elevalunas electricos y acabados de calidad.

El éxito de Del Rey en Brasil

Incluso con sus limitaciones, el Del Rey fue un éxito. El modelo complació con su equilibrio entre lujo y eficiencia en un momento marcado por la inestabilidad económica y el aumento de los precios del combustible. El público valoró la estética elegante, inspirada en el Granada, y los elementos de confort que hicieron del Del Rey un coche deseado por familias y ejecutivos.

En los años 80, Del Rey obtuvo algunas mejoras, incluida la adopción de un AP 1.8 fabricado por Volkswagen, que aportó mejores prestaciones y fiabilidad. Su producción se extendió hasta 1991, consolidando casi una década de éxitos.

Granada y Del Rey: dos caminos, un legado

Imagen: Reproducción

Si bien la producción granadina finalizó en Europa en 1985, siendo reemplazado por Ford Escorpio, Del Rey continuó su trayectoria en Brasil hasta que fue sucedido por Ford Versalles. Curiosamente, el Versailles fue una adaptación del Volkswagen Santana, marcando una nueva etapa en la historia de Ford en el país.

¿Por qué Granada es importante para la historia del automóvil brasileño?

oh FordGranada es un ejemplo de cómo un modelo internacional puede influir profundamente en el diseño y concepto de un automóvil nacional. Su elegante estética y soluciones de ingeniería inspiraron uno de los mayores éxitos de Ford en Brasil, el Del Rey. Además, simboliza la capacidad de los fabricantes de automóviles para adaptarse en tiempos de crisis, aportando soluciones que satisfagan tanto las demandas del mercado como las limitaciones de la producción local.

Hoy, tanto Granada como Del Rey Son objetos de colección, valorados por entusiastas que reconocen su papel en la historia del automóvil. Los modelos del Granada bien conservados son raros y pueden alcanzar precios elevados en el mercado europeo. En Brasil, Del Rey es recordado con cariño como un hito del lujo asequible en una época de transformación económica.

Conclusión: Granada y la herencia del lujo

Imagen: Reproducción

¿Te imaginas el impacto que FordGranada cruzó el Atlántico como inspiración para el Del Rey? Esta historia demuestra que incluso en tiempos difíciles, la creatividad y la capacidad de adaptación pueden generar íconos que abarcan generaciones.

El Granada era mucho más que un simple automóvil: fue una visión de sofisticación y modernidad que inspiró la creación de un modelo totalmente adaptado a las necesidades brasileñas. Hoy, al mirar un Del Rey o por un raro Granada Segunda generación, no sólo ves un coche, sino también una historia de innovación, superación y legado.

Si eres amante de los autos clásicos, tal vez sea hora de buscar uno de estos modelos para llamarlo tuyo y mantener viva la historia de una época en la que el lujo y la eficiencia se encontraban. Al fin y al cabo, tanto el Granada como Del Rey dejaron su huella en un mercado que supo valorar lo mejor de la unión entre Brasil y Europa.

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