Nelson Fernandes, un ambicioso empresario, soñaba con crear un automóvil nacional 100%.
En un momento en que el mercado brasileño estaba dominado por fabricantes extranjeros como Volkswagen, Ford y GM, ideó un vehículo que pudiera competir en igualdad de condiciones con los modelos importados.
El democrata fue diseñado como un sedán grande, equipado con un V6 5.2 doble carburación, íntegramente diseñado y fabricado en Brasil.
Inspirado en el diseño de chevrolet corvair, el demócrata tenía líneas elegantes y modernas para los estándares de la época.
Además, la idea era producir alrededor 350 unidades por día, igualando la capacidad de Volkswagen, que en aquel momento era líder del mercado con el Escarabajo.
El proyecto obtuvo el apoyo de más de 90 mil inversores brasileños, incluidos pequeños, medianos y grandes empresarios.
Incluso el 120 empleados de IBAP recibió acciones de la empresa.
Si tuvieras la oportunidad de postular a un demócrata hoy, podrías sentir el peso de un sueño que casi se hizo realidad.
Y quién sabe, en un futuro no muy lejano, otros visionarios como Nelson Fernandes podrán realizar el sueño de una industria automovilística genuinamente brasileña.