En un Brasil marcado por desafíos económicos y transformaciones en el sector automotriz, Farus surgió como símbolo de innovación y audacia. Creada en los años 1970 por una familia apasionada de los automóviles, la marca lanzó al mercado modelos fuera de serie, que además de belleza y sofisticación, estaban cargados de tecnología avanzada por el momento. Este artículo explora la trayectoria de Farus, marca que cautivó a sus entusiastas y construyó una historia única en el panorama automovilístico nacional.
El origen: de la metalurgia a la pasión por los coches
La historia de Farus comienza con la unión de Alfio y Giuseppe Russo, padre e hijo, propietarios de Italmecânica, empresa metalúrgica especializada en la producción de componentes para la industria alimentaria. Sin embargo, la verdadera pasión de la familia era otra: los autos. La fascinación por las “macchinas” llevó a la familia Russo a transformar la metalurgia en un centro de ingeniería automotriz, creando el embrión de lo que se convertiría en Farus. En 1977, el sueño empezó a tomar forma con la primera estudios para la fabricación de un deportivo nacional, en la ciudad de Belo Horizonte, en Minas Gerais.
El Farus ML 929: un deportivo innovador
En 1979, Farus presentó finalmente su primer modelo: el Farus ML 929. Este cupé biplaza, fabricado en fibra de vidrio, fue una verdadera innovación en ese momento. El era dueño de un chasis propio en doble Y y suspensiones independientes sobre cuatro ruedas, algo poco común en los automóviles producidos a pequeña escala en Brasil. El motor, con Carburador de 1,3 litros y doble barrilete., era lo mismo que Fiat 147 reunión, mientras que la caja de cambios de 4 velocidades también procedía del Fiat.
El ML 929 estaba equipado con frenos de disco en las cuatro ruedas, una característica avanzada para la época, ya que muchos coches deportivos de la época todavía utilizaban sistemas de frenado más sencillos. El modelo fue diseñado para ser exclusivo, con faros retráctiles, Luces traseras Corcel II y dos trompa: uno delantero y otro trasero, algo inusual en los coches de producción en serie.
La producción del ML 929, inicialmente limitada, se amplió en 1980, con una línea de montaje que permitió fabricar hasta 15 unidades por mes. El modelo, con su propuesta lujoso, incluido aire acondicionado, elevalunas electricos, asientos de cuero Es techo corredizo. La calidad de acabado y desempeño del ML 929 llamó la atención del público y de la crítica especializada, colocando a Farus en un nuevo nivel de reconocimiento.
Farus TS 1.6: potencia y rendimiento
En 1982, en el Salón del Automóvil de São Paulo, Farus presentó el TS 1.6, una versión del ML 929 equipada con un motor más potente. En lugar del motor 1.3 del Fiat, el TS 1.6 adoptó el Motor 1.6 del VW Passat TS, capaz de generar 96 CV. Con este motor, las prestaciones del coche eran aún más atrevidas, atrayendo a consumidores que buscaban más potencia y deportividad.
La mecánica también sufrió cambios importantes. El motor ahora estaba instalado en un longitudinal, con la caja de cambios colocada hacia atrás y la hélice hacia adelante. Este cambio contribuyó a la dinámica del modelo manteniendo una estabilidad y un rendimiento excepcionales. En el interior, el TS 1.6 mantiene la equipamiento estándar del modelo anterior, como el aire acondicionado, pero con algunas actualizaciones, como el nueva luz trasera de VW Viaje, lo que ayudó a distinguir la versión más poderosa.
El Farus Beta: Elegancia y Versatilidad
En 1984, Farus continuó su evolución con el lanzamiento de Farus Beta, un modelo que se podría encontrar en dos versiones: cupé Es convertible. Beta también fue innovadora, ofreciendo una Motor 1.8 GM del Monza posicionado de tal manera transverso entre los ejes del coche, algo que garantizaba una buena distribución del peso y, en consecuencia, un mejor rendimiento y manejabilidad.
Además, la Beta tenía como opción una transmisión automática, algo poco común en los automóviles nacionales de la época, y reforzó la tendencia de la marca a ofrecer tecnología de punta. En 1986, el motor 1.8 fue sustituido por un 2.0, también del Monza, mejorando aún más el rendimiento.
El Farus Quadro: La última creación
En 1989, Farus presentó su última creación: el Farus Quadro. Inspirado por Audi Quattro de los años 80, el Quadro se distanció de los modelos anteriores adoptando un diseño más convencional y tracción frente. Aunque hubo un chasis tubular periférico y siguió ofreciendo la calidad de acabado característica de la marca, el Quadro no tuvo el mismo impacto que sus predecesores.
Con cuatro asientos (2+2) es un motor delantero, el Marco reflejó los cambios que estaban ocurriendo en la industria automotriz brasileña, permitiéndose nuevamente las importaciones. Farus, que hasta entonces era la única opción de deportivo nacional, se enfrentaba ahora a un nuevo escenario competitivo, que limitaba el éxito de su último modelo.
Curiosidades: Alianzas y Proyectos Inacabados
La historia de Farus también está marcada por algunas colaboraciones y proyectos interesantes que, lamentablemente, no se concretaron. En 1982, la marca lanzó una Serie especial de Gucci de TS 1.6, que destacó por su acabado refinado y algunos detalles exclusivos, como sonido estéreo Es aire caliente.
Otro proyecto que quedó en el camino fue el Fargo, una línea de furgonetas, camionetas y furgonetas, que debería utilizar un motor diésel y estar destinado a la exportación. Desafortunadamente, el proyecto no se concretó, pero si lo hubiera sido, se podría haber expandido aún más la marca Farus al mercado internacional.
Farus también intentó conquistar el mercado de Estados Unidos, estableciendo una asociación con un importador norteamericano en 1986. El plan era exportar un gran número de modelos a EE.UU., pero la idea de equipar los coches con motores Chrysler 2.2 Trajo desafíos de producción y logística, lo que dificultó la implementación del proyecto. Pese a ello, la marca quedó expuesta en Salón del Automóvil de Nueva York 1987, recibiendo elogios en el mercado norteamericano.
El fin de Farus: quiebra y legado
En 1990, Farus fue vendida a un grupo empresarial de São Paulo, pero en 1991, la marca ha cerrado oficialmente. El fin de Farus llegó en un momento en que industria automotriz brasileña estaba cambiando drásticamente. Hacia importaciones Se permitieron nuevamente, lo que dificultó la supervivencia de las pequeñas fábricas nacionales de automóviles deportivos. Farus, que había producido alrededor 1.200 coches, no pudo adaptarse a esta nueva realidad.
A pesar del fin prematuro de la marca, el legado de farus permanece hasta el día de hoy. Los modelos creados por la familia Russo siguen siendo admirados por coleccionistas y aficionados. autos clasicos Es fuera de serie. Son recordados por tecnología innovadora, para el diseño atrevido y por la capacidad de crear deportes que, aún en una época de limitaciones, lograron destacar.
Conclusión: Farus y su legado en Brasil en 2024
Hoy, en 2024, la memoria de Farus sigue viva entre amantes de los autos. En un Brasil con un mercado automovilístico cada vez más globalizado, las marcas que se atrevieron como Farus pueden ser vistas como visionarios, anticipando tendencias que sólo fueron adoptadas por los grandes fabricantes de automóviles años después.
Aunque Farus quebró en 1991, su historia nos recuerda que, con pasión Es innovación, es posible desafiar los límites de la industria y crear algo único. Para los coleccionistas y aficionados que aún conservan los modelos de la marca, Farus es más que un fabricante de automóviles: es un icono de la automovilismo brasileño, que, a pesar de no haber durado mucho, dejó una huella imborrable en la historia del deporte nacional.