Si te apasionan los coches clásicos, prepárate para una historia que combina rareza, paciencia y dedicación. Esta es la historia de Jorge Cirne, un apasionado coleccionista que rescató una VW Escarabajo 1949, uno de los más antiguos de Brasil, gracias al descubrimiento de su motor original.
Una rareza incomparable
Jorge inició la conversación destacando la rareza de su vehículo: “Es un carro muy interesante y, hasta donde yo sé, sólo hay tres en Brasil”. Según él, su Escarabajo, fabricado en febrero de 1949, comparte el título de reliquia con otros dos modelos: uno supuestamente ubicado en Brasilia y el otro en Minas Gerais. Sin embargo, nunca vio documentación ni fotografías que acreditaran la existencia de estos otros ejemplares.
El Escarabajo de 1949 de Jorge, sin embargo, es real y está documentado. Su adquisición implicó perseverancia y suerte, pero, sobre todo, la pasión por los vehículos históricos fue el principal motor de este viaje.
El comienzo del viaje
La historia comenzó inesperadamente. Jorge encontró un motor VW 1100 a la venta en Mercado Livre. Este motor, de 1.131 cm³ y 25 CV, le llamó la atención porque, a pesar de contar ya con los modelos Split Window (1953) y Oval (1955), no tenía ningún coche con esta configuración de motor.
Después de terminar el motor, Un diálogo inesperado con el vendedor reveló un detalle intrigante: el motor pertenecía a un VW Escarabajo del año 1949. Este descubrimiento fue el detonante de meses de negociación y perseverancia, que culminaron en una feroz subasta.
Comprar en el último segundo
Durante la subasta, Jorge enfrentó un desafío inesperado. Estaba en tránsito, en el aeropuerto, embarcando hacia Salvador. Aun así, él y su hijo se conectaron a una LAN-house para seguir la disputa. La adrenalina se hizo cargo cuando, en los últimos segundos, Jorge logró rematar al Escarabajo.
Este fue sólo el comienzo de una nueva etapa, ya que lo que encontró al recibir el auto fue un vehículo en condiciones extremadamente precarias.
Un escarabajo en estado crítico
Cuando el Escarabajo finalmente llegó a Salvador, la realidad fue un shock. A pesar de las fotos enviadas por el vendedor y la matrícula original del coche, El estado del vehículo era lamentable. La carrocería quedó comprometida y sería necesario reemplazar o restaurar muchos componentes.
Aun así, Jorge no se desanimó. "Sabía que estaba ante una pieza única y que valdría la pena cada esfuerzo".
La Restauración: Una labor de amor
Jorge decidió que el Escarabajo merecía un Restauración meticulosa y de alto nivel. Movilizó su red de contactos y buscó expertos que pudieran ayudar a devolver el coche a su gloria original. La restauración implicó:
- Reconstrucción completa de carrocería, respetando las características originales de fábrica.
- Restauración del motor 1100., manteniendo todos los detalles técnicos y estéticos.
- Busque piezas originales en mercados de coleccionistas y subastas internacionales.
El proceso llevó años, pero el resultado fue extraordinario. Hoy, el Escarabajo de Jorge es Una pieza de museo, en impecable estado.
Colección de Jorge
Además del Escarabajo de 1949, Jorge tiene una colección impresionante. el tiene un VW Escarabajo de cada década, además de vehículos europeos, americanos y nacionales, que suman más de 100 coches. Esta diversidad refleja su pasión por los automóviles históricos y su dedicación a preservar la historia del automóvil.
Un valor inestimable
Si se pregunta cuánto vale una rareza como esta, sepa que es prácticamente imposible ponerle un precio exacto. En el mercado internacional, un VW Beetle de 1949 restaurado puede venderse por más de 1,5 millones de rands. Sin embargo, para Jorge el verdadero valor está en rescatar la historia y la satisfacción personal de preservar un pedazo del pasado.
Conclusión
Esta historia muestra cómo La pasión por los coches clásicos puede convertir los desafíos en logros. El rescate del VW Beetle de 1949 no es sólo una victoria personal para Jorge, sino también un regalo para todos los que valoran la historia del automóvil.
Si tú también eres un entusiasta, ¿qué tal si te inspira este viaje? Quién sabe, tal vez el próximo clásico a salvar te esté esperando en una subasta o en un garaje olvidado.
Preservar el pasado. Valora la historia. Y, sobre todo, mantener viva la pasión.