“Boca de Sapo” comenzó como un Chevrolet del año 1951 desgastado por el tiempo, pero lleno de potencial.
El equipo en Garaje del ogro, reconocida por sus excelentes proyectos, decidió transformar este vehículo en algo único, combinando lo mejor de la ingeniería moderna con la estética atemporal de los clásicos.
El proyecto fue ambicioso desde el principio. Cada detalle fue planificado meticulosamente y tardó meses en completarse.
Desde el trabajo de la carrocería hasta el acabado del interior, cada paso fue un testimonio de la pasión y la habilidad del equipo.
Una restauración de primer nivel requiere algo más que belleza exterior.
A Chevrolet 1951 “Boca de Sapo” Recibió un tratamiento especial debajo del capó y debajo de su estructura para garantizar que no solo se viera increíble sino que también funcionara al máximo.
Hacia Llantas de 20 pulgadas en la parte trasera Es 18 al frente, también pintados en blanco perla, completan el conjunto, asegurando un aspecto armonioso y moderno.
Ya sea que esté pensando en restaurar un auto viejo o simplemente apreciar la artesanía detrás de proyectos como este, “Boca de Sapo” es un recordatorio de que los clásicos nunca mueren renacen, aún más impresionantes.
Entonces, ¿qué tal si echas un vistazo a los otros proyectos de este increíble taller? Quién sabe, tal vez te inspires para comenzar tu propia restauración.