¿Alguna vez has oído hablar de la Pflaumer, una limusina construida basándose en el icónico escarabajo? Esta obra maestra fue creada en la segunda mitad de los años 1980, en São Paulo, por Ingo Pflaumer, con el proyecto y la coordinación del diseñador. Antonio De Mitri. La transformación fue impresionante y, hasta el día de hoy, es considerada una pieza única en el universo automotriz brasileño.
Si te apasionan los autos únicos y las historias, prepárate para conocer todos los detalles de esta creación especial y entender por qué continúa fascinando a los entusiastas de los vehículos clásicos.
El origen del proyecto
¿Qué hace que el Pflaumer tan especial es su origen: un Escarabajo 1985, una modelo muy conocida y querida en Brasil. Pero, contrariamente a lo que se espera de un Beetle, este vehículo se ha transformado en un verdadero limusina de lujo, con aproximadamente 1,10 metros de longitud adicional.
La transformación requirió una planificación cuidadosa y una ejecución de alta calidad. La carrocería se cortó a la altura de la columna “B” para alargarla, con la estructura reforzada y dos columnas adicionales instaladas como soporte. Además, todos los cables y tuberías de control, incluidos los sistemas de freno y combustible, se han alargado para adaptarse al nuevo diseño.
Lujo y Exclusividad
Internamente, el Pflaumer era una obra de arte. Estarás encantado con el acabado en cuero caramelo Es alfombra de 15 mm de espesor, que garantizaba sofisticación y confort. El vehículo también contaba con:
- División entre conductor y pasajeros, con cristal de comunicación.
- Minibar, perfecto para momentos de celebración o viajes más largos.
- Aire acondicionado, imprescindible para el confort en un país tropical como Brasil.
- Taburetes plegables adicionales, ofreciendo espacio adicional para los pasajeros.
- Elevalunas eléctricos con película Ray-Ban, añadiendo un toque de modernidad y exclusividad.
Además, el coche utilizaba linternas y otros componentes del Escarabajo mexicano, destacando por el cuidado del detalle y la búsqueda de piezas que aportaran valor al proyecto.
Potencia y rendimiento
Pflaumer no sólo era hermosa por dentro y por fuera; ella también tuvo una actuación notable. tu motor 1.800 cm³, con carburador de doble cañón, proporcionaba mayor potencia que el modelo original. Este ajuste era esencial para que el vehículo pudiera soportar el aumento de peso y tamaño, sin comprometer la capacidad de conducción.
Otro detalle que llama la atención son las anchas ruedas cromadas, que no sólo mejoraron la estabilidad, sino que también le dieron un aspecto aún más robusto y llamativo.
Un regalo para Tancredo Neves
El proyecto de Pflaumer fue concebido con un noble propósito: ser ofrecido al entonces presidente electo Tancredo Neves el día de su toma de posesión. Desafortunadamente, el destino dio otro giro y Tancredo falleció antes de que se pudiera entregar el regalo. Este hecho añade una carga histórica y emocional a la historia del vehículo.
A pesar de ello, la limusina siguió siendo admirada como un ejemplar único con sumo cuidado en su construcción. Otros talleres incluso intentaron reproducir la hazaña, pero los resultados no alcanzaron la calidad y el refinamiento del Pflaumer original.
Rareza en estos días
Si hoy te encontraras con Pflaumer, probablemente estarías ante una reliquia de automóvil que vale una fortuna. Limusinas como ésta, con tanta exclusividad e historia, tienen un valor incalculable para los coleccionistas. En el mercado de los clásicos, los ejemplares únicos suelen alcanzar cifras que superan R$ 1 millón.
Este vehículo es un recordatorio de cómo la creatividad y el talento brasileños pueden transformar incluso un automóvil popular como el Beetle en un ícono de lujo y sofisticación.
Conclusión
Al mirar el Pflaumer, te das cuenta de que es mucho más que una limusina basada en el escarabajo; es una demostracion de ingenio, estilo e historia. Diseñada para un momento histórico de la política brasileña, esta limusina representa un capítulo único en la trayectoria del automovilismo nacional.
Si eres un admirador de los vehículos clásicos, el Pflaumer es un ejemplo perfecto de cómo la personalización puede llevar un coche a nuevas alturas. Y, quién sabe, quizás algún día tengas la oportunidad de ver de cerca esta obra maestra, que recuerda una época en la que el Beetle trascendió su papel de automóvil popular y se convirtió en un símbolo de elegancia y exclusividad.