A Brasilia marrón 1974 por Jorge Alano Silveira Garagorry ganó fama por su increíble terquedad. Después de ser robado, el coche siempre encontraba la manera de regresar a su dueño.
Jorge invirtió en el Brasilia, haciéndolo más atractivo con ruedas deportivas, un volante modificado y un sistema de sonido moderno. Pero esto llamó la atención de los ladrones.
La primera vez, el coche fue robado y recuperado el mismo día, llevándose únicamente el reproductor de casetes y el amplificador. Un raro golpe de suerte para alguien a quien le han robado el coche.
Poco después, el El robo se repitió, pero el Brasilia fue encontrado unas horas después, esta vez completamente desmantelado, sin ruedas, asientos ni equipo de sonido.
El caso se convirtió en un verdadero furduncio, con la compañía de Jorge pensando que estaba secuestrado. Mientras tanto, él dormía tranquilamente en casa.
Cansado de los robos, Jorge vendió el auto a su cuñado, quien descuidó por completo Brasilia. El vehículo se deterioró con el tiempo.
Al final, Brasilia acabó siendo utilizada en un campaña política y decomisados por irregularidades, terminando olvidados en un patio del Detran.
Jorge siguió un camino muy diferente, convirtiéndose en Profesor y economista, mientras que su fiel Brasilia tuvo un destino menos glorioso.
¿Alguna vez te han devuelto un coche robado? ¿O conoces a alguien con una historia similar?